18/11/12

Ave María, por la Cierva



Ave María Purísima.
Sin Pecado concebida.
Padre, he pecado de nuevo, lo sé, hablamos de ello la semana pasada, pero usted me entiende Antonio, usted sabe lo que es este infierno. De verdad, Padre, que le pedí al Superior que me mandase a un colegio de niñas. ¡Pues no! Él me conoce, quiere hacerme sufrir, quiere que haga penitencia y por eso me rodea de niños pre-adolescentes, con esos cuerpecitos aún suaves y a punto de explosionar hacia la madurez.
Padre Agustín... es usted un vicioso.
¡Lo sé! Necesito despojarme de esta mente lasciva y esta mirada sucia... Padre Antonio, ayúdeme. ¡Castígueme!
Padre Agustín, súbase la toga. Le voy a dar unos azotes.
¡PLAS! ¡AY! ¡PLAS! ¡MÁS! ¡PLAS! ¡MÁS, MÁS! ¡PLAS! ¡OH DIOS, OH DIOS! ¡PLAS!

No hay comentarios:

Publicar un comentario